EN MARZO :
VIVAMOS LA ACTITUD DE LA HOSPITALIDAD:
Atención amable y delicada con los extraños en nuestro entorno social. La hospitalidad reta nuestra condición y nuestra capacidad de socorrer a los demás.
VIVAMOS LA ACTITUD DE LA HOSPITALIDAD:
Atención amable y delicada con los extraños en nuestro entorno social. La hospitalidad reta nuestra condición y nuestra capacidad de socorrer a los demás.
En este año jubilar de la
misericordia Papa Francisco nos recuerda:
“Una palabra central en la
espiritualidad cristiana, en la experiencia del discipulado: hospitalidad. Jesús como buen maestro,
pedagogo, envía a los apóstoles vivir la hospitalidad”. “Podríamos decir que cristiano es aquel que
aprendió a hospedar, a alojar. Jesús no los envía como
poderosos, como dueños, jefes, cargados de leyes, normas; por el contrario, les
muestra que el camino del cristiano es transformar el corazón (…) Es pasar de
la lógica del egoísmo, de la clausura, de la lucha, de la división, de la
superioridad, a la lógica de la vida, de la gratuidad, del amor. De la lógica
del dominio, del aplastar, manipular, a la lógica del acoger, recibir, cuidar”.
Aprender a alojar
“En la lógica del Evangelio no se
convence con los argumentos, con las estrategias, con las tácticas, sino
aprendiendo a alojar (…) La Iglesia es la casa de la hospitalidad. Cuántas heridas, cuánta desesperanza se puede curar
en un hogar donde uno se pueda sentir recibido. Hospitalidad con el hambriento,
con el sediento, con el forastero, con el desnudo, con el enfermo, con el
preso, con el leproso, con el paralítico. Hospitalidad con el que no piensa
como nosotros, con el que no tiene fe o la ha perdido. Hospitalidad con el
perseguido, con el desempleado. Hospitalidad con las culturas diferentes, de
las cuales esta tierra es tan rica. Hospitalidad con el pecador. Tantas veces
nos olvidamos que hay un mal que precede a nuestros pecados. Hay una raíz que
causa tanto pero tanto daño, que destruye silenciosamente tantas vidas. Hay un
mal, que poco a poco, va haciendo nido en nuestro corazón y ‘comiendo’ nuestra
vitalidad: la soledad”.
... La Iglesia es madre, como
María. En ella tenemos un modelo. Alojar, como María, que no dominó ni se
adueñó de la Palabra de Dios sino que, por el contrario, la hospedó, la gestó,
y la entregó. Alojar como la tierra que no domina la semilla, sino que la
recibe, la nutre y la germina”. (http://www.abc.com.py/nacionales/francisco-invita-a-vivir-la-hospitalidad-1386942.html)
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